Seguro que has oído hablar de la higiene postural. Se trata de un conjunto de normas, consejos y actitudes posturales, tanto estáticas como dinámicas, encaminadas a mantener una óptima postura corporal. Su principal objetivo es proteger nuestro cuerpo, tanto al realizar las actividades de la vida cotidiana como cuando hacemos ejercicio físico o practicamos cualquier tipo de deporte.
Debemos ser conscientes de que una postura incorrecta puede generar diversos problemas de salud, como dolores de espalda, cuello y hombros, así como disminución de la flexibilidad y el rendimiento físico. Una buena higiene postural evitará lesiones, dolores y molestias, pero también las consecuencias óseas y musculares derivadas de uno de los mayores males de nuestro tiempo: el sedentarismo.
¿Por qué es tan importante la higiene postural?
Cualquier desequilibrio en nuestra postura origina un efecto mariposa en nuestro organismo. Por lo tanto, una mala postura puede llegar a provocar desequilibrios en el sistema corporal en su conjunto, produciendo síntomas como dolencias musculares o articulares, cefaleas, mareos, vértigos o alteraciones respiratorias que afectan directamente a la calidad del movimiento. Una postura incorrecta incluso puede afectar negativamente la digestión, la respiración, la calidad del descanso y al estado de ánimo.
Hacer ejercicio regular y correctamente y mantener una postura adecuada, tanto en las actividades cotidianas como al entrenar, resulta esencial para prevenir posibles problemas de salud y lesiones. Una buena postura ayuda a distribuir correctamente el peso corporal, reduciendo la tensión y el estrés en los músculos y las articulaciones. Además, facilita la respiración, mejora la circulación sanguínea y contribuye a la apariencia estética de nuestra cuerpo.
Técnicas de corrección postural.
Ahora que conocemos la gran importancia de la higiene postural para la salud física y emocional, vamos con algunas técnicas de corrección postural que podemos implementar en nuestro día a día:
Autoconciencia postural: debemos prestar atención a nuestra postura en las diferentes actividades diarias que realizamos, tanto en reposo como en movimiento.
Realizar estiramientos regulares: pueden incluir estiramientos para el cuello, los hombros, la espalda y los músculos de las caderas.
Fortalecimiento del Core: Un núcleo fuerte es esencial para mantener una postura adecuada. Los ejercicios que fortalecen los músculos abdominales, lumbares y de la espalda ayudan a estabilizar la columna vertebral y mejorar la postura.
Ajuste ergonómico del entorno laboral: Si pasamos mucho tiempo sentados trabajando, debemos asegurarnos que nuestro lugar de trabajo cumpla las principales condiciones ergonómicas. Para ello es muy conveniente seguir algunos consejos como ajustar la altura de la silla y la mesa para mantener una postura neutral, utiliza un soporte lumbar para mantener la curva natural de la columna vertebral y colocar el monitor a la altura de los ojos para evitar tensiones en el cuello. También debemos evitar encorvarnos mientras usamos dispositivos móviles o portátiles.
Realizar ejercicios de corrección postural: de este modo mejoraremos nuestra elasticidad y equilibrio, ganaremos en flexibilidad y reforzaremos y tonificaremos la musculatura, logrando así una mejor protección del sistema óseo. Incluso mejoraremos la capacidad sanguínea y nuestra capacidad respiratoria.
En “Alex Gutiérrez. Readaptación al Movimiento” te ayudamos a mejorar tu postura. Analizamos los mecanismos posturales intervinientes para dar con el origen del desequilibrio y conseguir una solución realmente eficaz y duradera en la mejora de los Patrones del Movimiento y diversas dolencias.