CONSEJOS PARA MOTIVARTE Y EMPEZAR A ENTRENAR

Conoces los múltiples beneficios de hacer ejercicio regularmente para la salud, tanto física como mental y emocional: fortalece huesos y músculos, mejora la habilidad para hacer actividades diarias y prevenir caídas, activa el metabolismo, fortalece las defensas, mejora la función cognitiva, ayuda a controlar el peso, mejora la calidad del descanso, aumenta la autoestima…

Sin embargo, siempre encuentras alguna razón para no empezar a realizar actividad física de una vez por todas. “Estoy cansado, no tengo tiempo, no hace muy buen día…” son algunas de las excusas más comunes que utilizamos para no realizar ejercicio.

La motivación es un factor clave para empezar a entrenar, pero encontrarla puede ser todo un desafío. ¡No te preocupes! Ta vamos a dar una serie de consejos para que te motives y que, por fin, logres este objetivo de una forma sencilla, amena y sin riesgo de sufrir lesiones.

Establece metas reales.

Al establecer metas, tienes algo claro y concreto en lo que enfocarte y trabajar. Pero es importante que sean realistas y alcanzables, de lo contrario podrías terminar sintiéndote frustrado y desmotivado. También es importante que puedas evaluar tus metas de manera fácil y objetiva. Esto te permitirá ver el progreso que has hecho y celebrar tus logros.

Trabaja tu fortaleza mental.

Trabajar en tu fortaleza mental es esencial para empezar a entrenar, ya que te ayuda a mantener la motivación y el enfoque a largo plazo, incluso cuando te enfrentas a desafíos y obstáculos.

La autodisciplina, la resistencia mental, la resiliencia emocional y la visualización positiva son algunas de las formas en que puedes fortalecer tu mente y mantener tu motivación y enfoque a largo plazo.

Avanza de forma gradual.

Empezar a entrenar de forma gradual te ayudará a prevenir lesiones y te permitirá construir una base sólida de fuerza y resistencia. Además, te permitirá adaptarte gradualmente a los nuevos hábitos de entrenamiento, lo que aumentará tus posibilidades de mantenerlos a largo plazo. Recuerda que avanzar de forma gradual no significa que debas evitar desafíos o evitar salir de tu zona de confort. Simplemente que debes hacerlo de manera progresiva y controlada, para asegurarte de que estás avanzando de forma segura y efectiva hacia tus objetivos.

Crea una rutina.

Una rutina te ayudará a establecer hábitos saludables y a incorporar el ejercicio de manera regular en tu vida diaria. La clave para crear una rutina efectiva es la consistencia. Trata de seguir tu rutina de entrenamiento de manera regular, aunque puedas necesitar hacer ajustes de vez en cuando para adaptarte a los cambios en tus horarios o en tus necesidades.

Hazlo en compañía.

Compartir objetivos y horarios de entrenamiento puede ayudar a motivarte y a asegurarte de que estás cumpliendo con tus objetivos y rutina.

Además, si nunca has entrenado o hace mucho tiempo que no lo haces, es recomendable que cuentes con un entrenador personal que evalúe tu estado físico, escuche tus objetivos y realice un plan de entrenamiento personalizado.