La Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva tiempo advirtiendo sobre los efectos negativos de los cada vez más habituales comportamientos sedentarios en niños y adolescentes. Al mismo tiempo que destaca la importancia de reducir el tiempo que pasan frente a pantallas, recomienda la realización de actividades físicas de intensidad moderada variable que estimulen su desarrollo físico y mental.
El Entrenamiento Funcional es muy apropiado en estas edades, ya que se adapta perfectamente a las necesidades de los niños y adolescentes, les ayuda a mejorar su capacidad física, coordinación y equilibrio, así como a prevenir posibles lesiones.
¿En qué consiste el Entrenamiento Funcional?
Cuando hablamos de Entrenamiento Funcional nos estamos refiriendo a un tipo de entrenamiento físico que tiene como objetivo mejorar la capacidad del cuerpo para realizar actividades, cotidianas o deportivas, de manera más eficiente y efectiva. A diferencia de los ejercicios aislados, el Entrenamiento Funcional se enfoca en movimientos complejos que involucran a varios grupos musculares y articulaciones.
Se basa en ejercicios que imitan movimientos naturales, como levantar objetos del suelo, subir escaleras, saltar, empujar, arrastrar, etc. Los ejercicios se realizan con el propio peso corporal y con pesos libres como barras, mancuernas, kettlebells, balones medicinales, etc.
Este tipo de entrenamiento no solo mejora la fuerza muscular, sino también la coordinación, el equilibrio, la flexibilidad, la agilidad y la resistencia cardiovascular. Otra de sus grandes ventajas es que se adapta completamente a las condiciones físicas de cada persona, incluso a las necesidades propias de los niños y adolescentes.
Beneficios del Entrenamiento Funcional para niños y adolescentes:
- Desarrolla habilidades motoras: Al centrarse en movimientos naturales y funcionales, se optimizan habilidades motoras tan importantes como la coordinación, el equilibrio y la agilidad.
- Fortalecimiento muscular: El Entrenamiento Funcional trabaja en grupos musculares específicos y músculos estabilizadores, por lo que fortalecerá todo el cuerpo de niños y adolescentes. Además mejorará su fuerza y resistencia muscular al realizar ejercicios con su propio peso corporal o con equipos de entrenamiento específicos.
- Mejora la postura: Al fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la flexibilidad, se corrigen desequilibrios musculares muy comunes en los niños y adolescentes, especialmente si pasan largas horas sentados en la escuela o frente a la pantalla de un dispositivo electrónico.
- Mejora la estabilidad y previene lesiones: Al trabajar en los músculos estabilizadores, se mejora la alineación y el equilibrio de las articulaciones, lo que evita lesiones comunes en deportes como el esguince de tobillo o la lesión del ligamento cruzado anterior.
En resumen, el entrenamiento funcional es un excelente ejercicio físico para niños y adolescentes, pero siempre debe realizarse bajo la supervisión de un entrenador profesional. Así se garantizará que realicen los ejercicios de manera segura y apropiada para su nivel de desarrollo y habilidades motoras.